Esta Fruta es Maravillosa Para Curar Cualquier Infección

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Los arándanos (generalmente como jugo) se utilizaron para la prevención de las infecciones urinarias (IU). Los arándanos contienen una sustancia que puede impedir que las bacterias se adhieran a las paredes de la vejiga. Lo anterior puede ayudar a prevenir IU vesicales y otras.

El consumo habitual en forma de zumo, como fruto seco o en otros tipos de preparaciones disminuyen la formación del hígado graso, la resistencia a la insulina y favorece la tolerancia del azúcar.

Un hallazgo muy interesante está en la prevención del estrés oxidativo a nivel retiniano, recordemos que el órgano del ojo se ve gravemente afectado en aquellos pacientes que tienen descontrol en sus valores glucémicos. Los arándanos silvestres son ideales para personas con problemas de obesidad, lo cual es un factor predisponente de diabetes.

Formas en las cuales un diabético puede consumir los arándanos

La primera forma en que se puede consumir los arándanos es en su presentación natural. Es decir, sin ser procesada. Aunque los especialistas recomiendan su consumo como fruto seco (deshidratado).

La infusión de las hojas de arándanos y sus frutos poseen propiedades antibióticas y reguladores de los niveles de azúcar en sangre e incluso mitigan los problemas visuales ocasionados por la diabetes. Estás infusiones de té se preparan con los arándanos, y sus hojas en agua hervida y puede beberse caliente o frío si así lo prefiere.

Otra forma de preparar los arándanos es en forma de batidos: Se licua una taza y se deja reposar por un día para posteriormente consumirlo. Esto se debe repetir por un lapso de tiempo de 30 días consecutivos, para controlar los niveles glucémicos en sangre.

Este fruto posee la capacidad de proteger y fortalecer las paredes de los capilares, pequeños vasos sanguíneos, por lo que es útil en el tratamiento de venas varicosas, flebitis y hemorroides, al igual que en la prevención de problemas de la visión causados por la ruptura de pequeños vasos sanguíneos en los ojos.

Destaca también su contenido en fibra soluble, por lo que su consumo se aconseja cuando deseamos reducir los niveles de colesterol alto, gracias a que es útil para rebajar concretamente los niveles altos de colesterol LDL (el colesterol malo).

Y, por si fuera poco, estas pequeñas bolitas rojas también son altamente antioxidantes debido a sus compuestos fenólicos, lo que les otorga poder para prevenir y luchar contra las enfermedades y preservar la salud. De hecho, tienen más fenoles que otras frutas, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer.

Los arándanos rojos se pueden consumir en fresco, deshidratados, concentrados o en polvo. Al presentar un sabor amargo en muchas preparaciones que encontramos arándanos ( bebidas, mermeladas, dulces o jaleas..) se suelen endulzar con azúcar, sacarina o fructosa para mejorar el sabor.

Los arándanos también pueden ser un complemento perfecto de la leche o el yogur en los desayunos o meriendas. También son muy utilizados en repostería para elaborar magdalenas, tartas, tortitas.

Pero cuando lo que queremos es tomarlo como “medicamento” para una infección urinaria o otro tipo de afección la mejor manera es optar por el zumo concentrado de arándanos que se vende en la mayoría de herbolarios y farmacias.

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