La congestión nasal, por tanto, convierte cualquier proceso catarral o vírico en un camino doblemente incómodo para quien lo padece. Además de los medicamentos que nos prescriba nuestro médico, existen diferentes productos que podemos encontrar en nuestro hogar y que mitigan, utilizados convenientemente, las sensibles molestias de la misma.
Jengibre y Limón
El jengibre contiene importantes propiedades descongestionantes y alivia los incómodos síntomas del catarro. Su raíz contiene dos potentes componentes que actúan directamente en los procesos catarrales: shogaoles y gingeroles, con propiedades analgésicas, antihistamínicas, antitusivas y antioxidantes. Estos beneficios unidos a los del jugo de limón ayudan a la eliminación de toxinas de nuestro cuerpo. Una combinación que se perfila como gran aliada en procesos catarrales.
Ajo y cebolla
De nuevo la fusión de dos productos puede transformarse en una importante fórmula para suavizar los efectos de la congestión nasal. Tanto la cebolla como el ajo poseen propiedades expectorantes y antibióticas que, además de mitigar la congestión nasal, ayudan a la expulsión de flemas, así como a terminar con la tos. La bebida de cebolla y ajo se convierte así en un conocido remedio casero muy beneficioso para despejar las vías respiratorias gracias sus propiedades expectorantes y antiinflamatorias.
Vapor con menta, hinojo y eucalipto
Aspirar el vapor de estas tres plantas ayuda a limpiar y descongestionar las fosas nasales cuando hay exceso de mucosidad. Para conseguir el efecto buscado se debe hervir agua y añadir tres o cuatro gotas de aceite esencial de menta, hinojo o eucalipto (se pueden incluir las tres). Se aconseja inhalar su vapor durante 10 o 15 minutos dos o tres veces al día para eliminar toda la mucosidad.
Solución salina
El agua con sal es uno de los remedios más efectivos para descongestionar los orificios nasales en procesos catarrales. Si no tenemos suero fisiológico en nuestro botiquín, fabricar nuestra propia solución salina es muy sencillo. Se consigue disolviendo una cucharada de sal en un vaso de agua tibia y se aplica con la ayuda de un gotero o, en su defecto, una jeringuilla con el fin de ejercer presión en las vías respiratorias.
Tomillo, para tu garganta
Tiene un claro efecto expectorante y antiséptico, que ayuda a combatir las infecciones respiratorias y a expulsar la mucosidad. También contribuye a calmar la tos y a combatir la congestión nasal.
La dosis y la forma de preparar la infusión es la misma que la del eucalipto. Incorpora unas gotas de zumo de limón y potenciarás su poder desinfectante.
Haz gárgaras con un traguito de la infusión tibia, 3 veces al día. Te ayudará a combatir faringitis y amigdalitis.
Calma la tos con regaliz
Actúa como un antibiótico natural que, además, protege la mucosa inflamada y disminuye la tos.
Hierve una cucharadita de raíz de regaliz por cada taza de agua 3 minutos. Aparta del fuego, tapa y deja reposar 5 minutos. Cuela y, si lo deseas, endulza con miel. Puedes tomarla 3 veces al día (no más de 4-6 semanas).
Combínalo con… tusílago y liquen de Islandia a partes iguales, y la mitad de amapola. Prepara una cucharada sopera de la mezcla por taza de agua. Es muy eficaz contra la tos.
Llantén para la bronquitis
Es rico en mucílagos, que calman, suavizan e hidratan la mucosa respiratoria (algo muy útil en las bronquitis).
Puede tomarse en infusión (se prepara igual que las de eucalipto y tomillo), solo o combinado con otras plantas (tomillo, gordolobo…).
También puedes elaborar un jarabe. Mezcla hojas picadas y agua. Pasadas unas horas, filtra la bebida y añade miel. Disuelve al baño María y envasa en un tarro de cristal. Guarda en la nevera y toma 3 cucharadas al día.
Gordolobo anti-catarro
Su efecto es similar al del llantén, porque también contiene mucílagos. Pero además de suavizar la mucosa respiratoria, tiene un destacado poder expectorante, antitusivo y antiinflamatorio.
Se prepara igual que la mayoría de infusiones anteriores, pero lo que sí cambia es la dosis: solo se deben tomar 2 al día (es decir, una taza cada 12 horas). Puedes beberla sola o combinada con regaliz, malvavisco…
Evítalo si… sufres obstrucción esofágica o gastrointestinal. Podría aumentar el tamaño del bolo, al igual que ocurre con el llantén.
El orégano, muy versátil
Para beneficiarse de sus efectos (expectorante, antitusivo, antiséptico y sedante) se usan las ramas con flores.
La dosis y la forma de preparación de la infusión es la misma que en el eucalipto, el tomillo… Para que tenga un sabor más suave, puedes combinarla con otras plantas como el hinojo, la manzanilla, el anís verde…
Si lo usas como condimento, frota las hojas entre tus dedos antes de añadirlas a tus platos y potenciarás su sabor.
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