Que agradable es tener a un amigo
Que agradable es estar enamorado y llamar a tus amigos para contarles que tu otra mitad te miró…
Que agradable es estar triste y tener a alguien que te escuche llorar y que te preste sus lágrimas si se acaban las tuyas…
Que agradable es sentir que en tu contestadora siempre encontrarás un mensaje de alguno de tus amigos criticando la voz que tenías cuando grabaste el saludo…
Que agradable es saber que cada vez que pelees con tus padres tendrás un amigo que diga: “todos son iguales”… o que sólo te diga: “… es que te pasaste”.
Que agradable es prender tu computadora y encontrar un mensaje donde tus amigos te cuentan toda su vida, con todo y detalles, aunque tu ya la sepas…, o que no recibas ni un e-mail, pero sepas que recibieron los tuyos…
Que agradable es que llegue tu cumpleaños y no puedas celebrarlo porque piensas que todos tus amigos pueden venir a tu casa…, aunque sepas que la mitad va a recordar tan importante día después de las 4 de la tarde; que un 25% comienza a felicitarte tarareando el cumpleaños feliz; que un 20% no te ha comprado ni una tarjeta; que un 2% te llama, o dos días antes, o un día después (¡equivocado!); que un 2% no sabía ni que día era; o que un 1% te llame a tu casa y se ponga a hablar contigo sin darse cuenta que ese día te hacías más viejo.
Que agradable es que estés de viaje y no te alcance el dinero gastándolo en regalitos para tus amigos.
Que agradable es llegar de viaje y encontrar a tus amigos deprimidos porque no estabas con ellos y al mismo tiempo felices porque ya llegaste.
Que agradable es recibir correos-cadena de tus amigos cuando ya les dijiste que los odiabas y ellos sólo te dicen:
“¡Este sí que es bueno!”.
Que agradable es cuando se muere tu pescadito y todos te llaman para ver cómo estás.
Que agradable es estar a miles de kilómetros y recibir noticias de tus amigos.
Que agradable saber que tus amigos cuentan los días para verte.
Que agradable es tener a quien contarle todas, todas, todas nuestras cosas.
Que agradable es tener a alguien que te diga: “Disculpa que te lo diga, para algo soy tu amigo, pero: Te lo dije”.
Que agradable es tener a un amigo que te acompañe a jugar tu deporte preferido (¡aunque no le guste!).
Que agradable es tener a alguien que entienda que confundiste su amistad.
Que agradable es tener a alguien que comprenda que ya no lo quieres ver más hasta la próxima semana…
¿Por qué no visualizas tu presente?
¡Mira!… Fíjate que tuviste miles de personas llamadas amigas que hoy no lo son…
Fíjate que esperas tener miles de personas llamadas amigos, que hoy sólo son conocidos…
Fíjate en todo lo agradable de la amistad… y ¡piensa!…
Piensa que hoy te sobran los dedos de las manos para contar quiénes son tus verdaderos amigos.
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