Gracias Dios por darme estos hijos, por tener estos retoños que brotaron en mi.
Que si tuviera que pasar por lo que pase, lo volvería a pasar por tenerlos a ellos.
No he sido quizás la mejor madre, pero he tratado de serlo. Sin embargo les pido perdón si he fallado en algo; pero mi vida no ha sido fácil.
Pero quiero que me comprendan que mi trabajo y mi esfuerzo siempre ha sido para ustedes, alguien lo tenía que hacer y a mi me tocó.
Pero lo importante es que he luchado por ustedes y si hemos sufrido en el pasado, ahora estamos gratificados. Ustedes son «mis tesoros» mi más grande razón de vida. Aún sean hombres y mujeres hechos y derechos.
Seguirán siendo para mi mis bebes, pues no hay día que no me preocupe por ustedes. Son tan diferentes en su forma de ser, pero cada quien tiene su encanto.
Recuerden siempre que aunque yo no llegue a estar presente algún día, siempre estaré con ustedes no se en que forma pero estaré ahí dándoles mi bendición y protección como un angelito de la guarda.
«Los hijos son prestados y hay que gozarlos antes de que esas pequeñas orugas se conviertan en mariposas y emprendan su propio vuelo hacia la vida»
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