Dios mío Jesucristo, te doy infinitas gracias por la dicha de finalizar un nuevo día.
Un día en el que tuve la oportunidad de ver la luz del sol, respirar y disfrutar de todos los beneficios que tú me das.
Con confianza recurro a ti para pedirte tu protección y bendición.
Te confío a mi familia y a todas las personas que forman parte de mi vida.
Cuídanos y permítenos dormir bien y amanecer con vida el día de mañana.
Amén.
Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
al final de la jornada,
¡buenas noches!, Padre Dios.
Gracias por todas las gracias
que nos ha dado tu amor;
si muchas son nuestras deudas,
infinito es tu perdón.
Mañana te serviremos,
en tu presencia, mejor.
A la sombra de tus alas,
Padre nuestro, abríganos.
Quédate junto a nosotros
y danos tu bendición.
Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
al final de la jornada,
¡buenas noches! Padre Dios
Gloria al Padre omnipotente,
gloria al Hijo Redentor,
gloria al Espíritu Santo:
tres personas, sólo un Dios.
Amén
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