Mi querida amiga:
Carta a una buena amiga, Hoy pensé que sería bueno escribir algo para ti que has sido mi buena amiga, como una hermana, mi siempre fiel, leal amiga. Siempre me has demostrado que puedo contar contigo, aun incluso cuando mares y continentes nos pudieran separar, y en consultas lejanas te debiera de buscar y solicitar.
Eres una amiga de esas que tan sólo una vez en la vida logramos encontrar, una amiga que pase lo que pase, siempre sabe lograr risas y sonrisas. Y cuando lo único que deseo es llorar, tú respetas mis silencios, que muchas veces son bien largos.
Aun así, amiga mía,
nunca cambia tu amor por mí.
Quiero que sepas, que yo siempre estoy y estaré a tu lado, amiga mía.
Quisiera que siempre pudieses sentir mi cariño y amor. Mi corazón entero siempre te deseará lo mejor.
Eres una bella, loca y soñadora amiga. Tú me haces mucho bien, tu forma de mirar la vida contagia mi ser. Me fortalece poder ver las cosas con tus ojos, pues a veces aunque ves las cosas con otra perspectiva, y eso es algo que necesito, aunque no siempre sepa demostrártelo.
Recibo mucho de ti amiga mía, tienes tanto amor para dar, que sólo me queda agradecer que Dios te pusiera en mi camino, porque me has enseñado que por muy mal que las cosas vayan, siempre hay esperanzas de mejorar.
Como amiga te quiero muchísimo, como mujer admiro tu valentía, eres la amiga que todos deberían tener.
¡Gracias a Dios por ser parte de mi vida!
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